El
misterio del pica cara
Pablo
Alfonso, El
Nuevo Herald, 8 de marzo de 2006.
Como es habitual en estos casos el diario Granma
no ha publicado ni una palabra. Mucho menos el
resto de la prensa escrita, radial o televisiva
cubana, toda ella propiedad del Estado, vale decir
controlada por la dictadura. Así que las
informaciones, con características de rumores,
corren a cargo de 'radio bemba'.
Por estos días las habaneras viven un
estado de temor colectivo. Los comentarios, informes
y rumores que llegan desde la capital cubana hablan
de la existencia de un malvado personaje. El imaginario
popular lo ha bautizado ya como "el pica
cara''.
Los CVP (Custodio de Vigilancia Popular) eufemismo
castrista para designar a los vigilantes de seguridad
de empresas, organismos o instituciones públicas,
andan armados con una foto-robot del famoso ''pica
cara'', en busca de pistas para atrapar al delincuente.
Lo mismo sucede con la policía. La foto
está circulando con llamadas de atención
por las redes de Intranet de la isla, advirtiendo
del peligro.
Más de un comentario sobre el asunto ha
llegado desde Cuba a mi correo electrónico,
desde hace un par de semanas. Quizás hoy
es un día apropiado para abordar el tema.
Se conmemora el Día Internacional de la
Mujer, y en Cuba, siguiendo la fuerte tradición
que tuvo la fecha en los desaparecidos regímenes
comunistas de Europa, los homenajes oficiales
tienden a encubrir las realidades que afrontan
las mujeres en los regímenes totalitarios.
Esto es lo que me explica uno de los comentarios
más confiables:
"Comenzó la historia hace unas dos
o tres semanas. Los CVP andaban enseñando
la foto del sujeto, supuestamente reconstruida
en base a testimonios recopilados de probables
agredidos: un mulato de unos 30 a 40 años,
pelado bajito y con cara de malo.
Lo mejor de la historia es que en los barrios,
escuelas y todo tipo de centros de trabajo y reuniones
de amigos y familiares también empezó
a correr la voz; y con ello, la teoría
del rumor puso lo suyo: que si era un tipo que
pica no solo caras, sino todo cuanto le pasaba
por delante: carteras, nalgas, brazos, en fin.
Que si era un preso fugado o un loco escapado
de Mazorra. Que si el tipo andaba en moto o a
pie, vestido de inspector de Epidemiología
(con el uniforme gris de los que vigilan, para
que no se reproduzcan los aedes aeghyptys). Que
si también había asaltado a un muchacho
y lo había dejado sin ropas a plenas nueve
de la noche por el cine Maravilla, de Santos Suárez.
Que si lo atraparon finalmente. Que si se había
ido para provincias...miles de rumores más.
Pero la pregunta suspendida en el aire seguía:
¿por qué no se informó de
manera oficial la existencia de ese individuo
que representaba un riesgo para la ciudadanía?.
¿Era una historia inventada para que la
gente se asustara?
Ni el periódico Tribuna de La Habana,
ni el recién creado Canal Habana, dados
a sacar fotos o anuncios de desaparecidos, hicieron
alusión al respecto.
Lo cierto es que hasta hoy, la historia del pica
cara es todo un misterio y aún quedan muchos
insistiendo en que todavía anda por las
calles como si fuese un fantasma. Desafiando a
las autoridades''.
Con mayores detalles, pero sin mencionar fuentes
concretas, una reseña de media docena demensajes
electrónicos puede resumirse diciendo que
La Habana se ha visto envuelta en el temor que
ha causado esta nueva ola de inexplicable violencia.
''Se trata de un hombre o de varios hombres que
van en bicicleta hacen una pregunta tonta a cualquier
mujer y con una navaja o cuchillo le corta el
rostro'', asegura un comentario.
Añadiendo un tono más misterioso
otro explica que "ha habido un solo caso
de un hombre herido, pero han habido varios casos
de mujeres''.
Por supuesto que ante todos estos rumores, que
la prensa oficial no aclara, "a la gente
le cuesta mucho trabajo salir de casa de noche
por miedo, sobre todo a las mujeres, y hasta muchas
dejan de asistir a los servicios religiosos que
son en la noche, sobre todo ahora que estamos
en tiempo de Cuaresma a las puertas de la Semana
Santa.
"La policía no da con los hombres,
y la gente tiene mucho miedo, hasta los niños
lo comentan en las escuelas''.
Cosas curiosas ¿verdad?
palfonso@herald.com
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